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Colegio Americano de Pediatras pide detener los procesos de transición de género en menores

“Hacemos un llamado para seguir la ciencia”.

Fuente: Protestante Digital /

En un comunicado, la institución asegura que “la mayoría de los niños y adolescentes cuyos pensamientos y sentimientos no coinciden con su sexo biológico resolverán esas incongruencias en el proceso normal de desarrollo de la pubertad”.

Detener, y de forma “inmediata”, todo lo relativo a los procesos de transición de género en niños y adolescentes. Es la exigencia que el Colegio Americano de Pediatras plantea a las organizaciones profesionales médicas de Estados Unidos, «incluyendo la Academia Americana de Pediatría, la Sociedad de Endocrinología, la Sociedad de Endocrinología Pediátrica, la Asociación Médica Americana, la Asociación Americana de Psicología, y la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente». 

En un comunicado que han firmado decenas de referentes de la medicina en Estados Unidos y al que se han suscrito otras organizaciones que representan a 75.000 profesionales de la salud y de la medicina en todo el país, la institución hace «un llamamiento para seguir la ciencia y detener inmediatamente la promoción de la afirmación social, los bloqueadores de la pubertad, las hormonas de sexo cruzado y las cirugías para los niños y adolescentes que experimentan angustia por su sexo biológico». 

Como alternativa, el Colegio Americano de Pediatras propone al resto de organizaciones médicas «recomendar evaluaciones y terapias integrales dirigidas a identificar y tratar las comorbilidades psicológicas subyacentes y la neurodiversidad que a menudo predisponen y acompañan a la disforia de género».

Y agrega: «También animamos a los médicos miembros de estas organizaciones profesionales a ponerse en contacto con sus dirigentes e instarles a que se adhieran a la investigación basada en la evidencia disponible en la actualidad», remarcan.

Una preocupación “seria” por el efecto de los protocolos promovidos

En el comunicado, médicos, enfermeros y psiquiatras, así como otros profesionales de la salud e investigadores científicos, aseguran tener «preocupaciones serias» por los «efectos sobre la salud física y mental» que pueden generar «los actuales protocolos promovidos para la atención de niños y adolescentes en Estados Unidos que expresan disconformidad con su sexo biológico». 

«La toma de decisiones médicas no debe basarse en los pensamientos y sentimientos de una persona, como en la ‘identidad de género’ o la ‘expresión de género’, sino en su sexo biológico. La toma de decisiones médicas debe respetar la realidad biológica y la dignidad de la persona, abordando compasivamente a la persona en su totalidad», afirman. 

En este sentido consideran que «la ideología de género, [entendida como] la visión de que el sexo masculino y femenino es inadecuado y que los seres humanos necesitan ser categorizados aún más basándose en los pensamientos y sentimientos de un individuo descritos como ‘identidad de género’ o ‘expresión de género’, no da cabida a la realidad de estas diferencias sexuales innatas”.

Además, señalan que «esto conduce a la visión inexacta de que los niños pueden nacer en el cuerpo equivocado” y denuncian que “la ideología de género pretende afirmar pensamientos, sentimientos y creencias, con bloqueadores de la pubertad, hormonas y cirugías que dañan los cuerpos sanos, en lugar de afirmar la realidad biológica».

Esperar los procesos de “desarrollo normal de la pubertad”

Quienes suscriben y firman el comunicado del Colegio Americano de Pediatras defienden que «la mayoría de los niños y adolescentes cuyos pensamientos y sentimientos no coinciden con su sexo biológico resolverán esas incongruencias mentales tras experimentar el proceso normal de desarrollo de la pubertad», por lo que piden que se respeten los tiempos de cada proceso de desarrollo personal.

También aseguran que no existe tal cosa como un consentimiento completamente informado y responsable dadas las limitaciones de desarrollo que presenta el cerebro de cualquier adolescente.

«La corteza prefrontal del cerebro adolescente es inmadura y tiene una capacidad limitada para elaborar estrategias, resolver problemas y tomar decisiones cargadas de emociones que tienen consecuencias para toda la vida», remarcan. 

En este sentido, desde Estados Unidos miran a Europa, donde algunos países ya han levantado las alarmas sobre los procesos de transición de género en menores y han tomado medidas al respecto.

Inglaterra, Escocia, Suecia, Dinamarca y Finlandia han reconocido que la investigación científica demuestra que las intervenciones sociales, hormonales y quirúrgicas no sólo no son útiles, sino que son perjudiciales. Estos países europeos han puesto en pausa los protocolos y se centran en evaluar y tratar los problemas de salud mental subyacentes y precedentes», reiteran.

Duras críticas contra la WPATH

En su comunicado, el Colegio Americano de Pediatras apunta a la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH, por sus siglas en inglés) y critica su defensa de lo que considera como «un enfoque perjudicial».

Desde la institución lamentan que «las clínicas de modificación de los rasgos sexuales o de ‘afirmación del género’ de Estados Unidos basan sus tratamientos en las ‘Normas de atención’ elaboradas por la WPATH», a pesar de que «la base de las directrices de la WPATH es manifiestamente defectuosa y los pacientes pediátricos pueden resultar perjudicados cuando se someten a esos protocolos». 

En este sentido, consideran que «ahora hay suficientes investigaciones que demuestran el fracaso de los protocolos del WPATH, la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Endocrina», y recuerdan que «profesionales de la salud de todo el mundo también reconocen la urgente necesidad de proteger a los niños de las perjudiciales intervenciones de afirmación del género».

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